La tradición de comer carnes frías en España es una práctica arraigada en la cultura culinaria del país y tiene sus raíces en la Edad Media; en esta ocasión, el especialista gastronómico, Jorge Carlos Fernández Francés hablará sobre ello.
En aquellos tiempos, la conservación de alimentos era esencial para sobrevivir, y una de las técnicas más utilizadas era la curación y ahumado de la carne.
Dicha técnica permitía preservar la carne durante largos períodos sin necesidad de refrigeración, lo que se tradujo en la creación de delicias como el jamón serrano, chorizo y salchichón, que se han convertido en emblemas de la gastronomía española.
Fernandez Frances señala que el jamón serrano, en particular, es uno de los productos más icónicos de la cocina española. Se obtiene de cerdos de raza específica, que son criados y alimentados de manera especial. Luego, el jamón se sala y se cuelga en lugares frescos y secos para su curación, que puede durar varios años. El resultado es una carne deliciosa y sabrosa, llena de matices, que se corta en finas lonchas y se sirve como aperitivo, tapa o parte de platos más elaborados.
Además del jamón serrano, otras carnes frías como el chorizo y el salchichón también son muy populares en la gastronomía española. Estas variedades se elaboran con diferentes mezclas de carne de cerdo, especias y ajo, que se embuten en tripas naturales y se curan lentamente.
No obstante, en la actualidad las carnes frías son apreciadas en toda España y se sirven en diversas ocasiones, desde comidas informales hasta celebraciones importantes, destaca Jorge Carlos Fernández Francés.
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